Entonces la vi, como tantas veces la había visto. Aunque nunca la había mirado
de esta manera, unos escalofríos recorrieron cada centímetro de mi piel,
mientras sus oscuros ojos evocaban una sutil dulzura al dirigirse a mí, - ¿será
mi imaginación?- no paro de cuestionarme la hiperactividad de mi cabeza que
busca cosas en donde no las hay, pero -¿podría estar mirándome a mí?- Es lo que
quiero creer, necesito creerlo. Estuve mirándola un par horas o tal vez fue un
par de segundos, la verdad no lo sé, pero fue tiempo suficiente para que una
sonrisa pícara se dibujara en su rostro, cada cuando cruzábamos miradas, fue ahí cuando
lo supe- esto no puede ser real, estas cosas no le pasan a hombres como yo- con resigno sacudo
mi cabeza, amago una sonrisa y vuelvo a sumergirme en mi miseria. La real , la
palpable , la eterna.
Hoy
Hace 13 años